Volvemos

Comienza la Batalla

Con Nosotros, Hoy

Frente al marxismo, que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al liberalismo, que exige como mecánica la lucha de partidos, existe algo sobre los partidos y sobre las clases, algo de naturaleza permanente, transcendente, suprema: la unidad histórica llamada Patria.

Ni en la derecha ni en la izquierda está el remedio.

“Algunos creen que el Sueño Español ha terminado, que no podemos recuperarnos, que la llama está empezando a parpadear. Eso está mal. Puede que tengamos una crisis de espíritu, pero nuestra fuerza perdura y nuestra fuerza proviene de unirnos”.

F. Blanco

ACTIVISTA DE DERECHOS

La Prosperidad Comienza
Con Nosotros Hoy

Los partidos de la izquierda alegan la preocupación de lo social, pero además de que, aun en eso son totalmente ineficaces, porque su política desquicia un sistema económico y no mejora en nada la suerte de los humildes, los partidos de la izquierda ejercen una política persecutoria, materialista y antinacional.

01

Nosotros amamos a España porque no nos gusta. Los que aman a su patria porque les gusta, la aman con una voluntad de contacto, la aman física, sensualmente. Nosotros la amamos con una voluntad de perfección. Nosotros no amamos a esta ruina, a esta decadencia de nuestra España física de ahora. Nosotros amamos a la eterna e inconmovible metafísica de España. Tenemos una actitud universal de vuelta hacia uno mismo.

02

Por eso somos revolucionarios. Derechas e izquierdas son valores incompletos y estériles. No hay más que un camino: nada de derechas ni izquierdas; nada de partidos: un gran movimiento nacional, esperanzado y enérgico, que se proponga como meta la relización de una España grande, libre y unida. De una España para todos los españoles, ni mediatizada por poderes extranjeros ni dominada por el partido o la clase más fuerte.

03

Las izquierdas rompen con la tradición de España y con el orgullo de haberla servido como la sirvieron nuestros antepasados y nosotros mismos en las guerras imperiales, en la de la Inpendencia y en Africa. La política de izquierdas obedece a consignas extrañas y transige con los separatismos. Y la de derechas, en cambio, se desentiende de la angustia popular. El cambio es necesario.

“Nunca dejes de creer que vale la pena luchar por lo que es correcto”.